El pádel es un deporte que ha ido creciendo notablemente en los últimos años. Incluso ya existen competiciones internacionales oficiales que propician el desarrollo y la expansión aún más certera de este deporte.
Pero ni siquiera con su difusión y su masividad al pádel le alcanza para ser considerado como un juego olímpico y su ausencia se volvió a hacer notar en estos últimos Juegos Olímpicos de Tokio 2020/21.
La primera y principal barrera que surge para este deporte es de índole más administrativa o burocrática. Para que el pádel pueda ser reconocido como deporte olímpico, debe primero ser reconocido por las entidades responsables de organizar los Juegos Olímpicos. Y para ello, la Federación Internacional de Pádel debería ser tenida en cuenta por el Comité Olímpico y así estar sujeta a su código de ética. Como dijimos en un principio, puras cuestiones burocráticas.
Otro punto a tener presente tiene que ver con el antidopaje. Aquí vuelve a suceder otra traba burocrática, pero no por ello, más fácil de franquear. En definitiva, el pádel como deporte debe acoplarse a las legislaciones antidopaje para así poder subir a la categoría de deporte olímpico.
Por último, y no por ello más sencillo, para ser considerado como deporte olímpico, debe sí o sí estar implementado como deporte en al menos 75 países de 4 continentes diferentes, esto para el caso de los hombres, y en 40 países en 3 continentes distintos para el caso de las mujeres.
Este último punto sea, quizá, la traba más compleja que le estaría costando al pádel poder acercarse a su objetivo de competir oficialmente en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
Cada vez que veo los JJOO veo cada deporte que es considerado olimpico que me da ganas de pegarme en la entrepierna con la paleta. No se que esperan para que sea olimpico.