Si bien contar con una buena técnica es importante para triunfar en el pádel, también tiene mucha relevancia el factor psicológico y el estado mental del jugador. Es importante trabajar en el tipo de vínculo que tenemos con nuestra pareja de juego, y poder llevar adelante un juego tranquilo y versátil, adaptado a las necesidades de cada partida.
Ejercitar la mente para mejorar nuestro desempeño en el pádel es muy importante, por eso debemos buscar buenas motivaciones y estrategias psicológicas para evitar que un momento de debilidad influya negativamente en el resto de nuestro desempeño.
La importancia de una actitud positiva
Nuestras emociones y pensamientos antes y durante el partido tienen mucha influencia en el desarrollo del mismo. Confiar en nosotros mismos y en nuestra pareja, es un ejercicio esencial para lograr un buen trabajo conjunto. Si nuestra entrada en la pista es pensando que no tenemos posibilidades de derrotar al oponente, seguramente nuestro juego se vea influenciado de manera negativa.
Una actitud positiva nos permite mantenernos siempre con actitud competitiva, pensando las alternativas para dar lo mejor de nosotros mismos en cada jugada. El resultado, si bien obviamente es importante, es secundario cuando pensamos que cada partida nos deja una enseñanza sobre el juego, sobre nosotros mismos, y sobre nuestros rivales.
Trabajando la presión
En una competencia a nivel profesional, pero también cuando jugamos para divertirnos, hay presiones autoimpuestas. La psicología en el pádel debe trabajar la manera en la que los jugadores gestionan la presión, ya que si estamos muy estresados, nuestro estilo de juego se vera afectado de manera negativa. No podemos jugar y demostrar nuestro potencial completo si estamos más ocupados en pensar en los resultados, en tablas de posiciones o en los halagos o críticas que recibiremos si no ganamos el partido.