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Evolución de las palas de pádel

Las palas de pádel han sufrido una notable evolución a lo largo de estos años. Las marcas productoras de raquetas ante el crecimiento del deporte se vieron obligadas a mejorar e innovar la manera de producción de las mismas. Los cambios más importantes de las palas se dieron en la composición de sus materiales y su tecnología. Con todos estos cambios se persigue mejorar su durabilidad, calidad y rendimiento.

Los deportistas que practican este hermoso deporte se han vuelto mucho más exigentes lo que motivó a las empresas productoras de raquetas a estar a la altura de sus exigencias. Esto tuvo como punto a favor que las empresas compitieran entre sí para producir las mejores raquetas posibles.

Las primeras palas eran en casi en su totalidad de madera, con un grosor de apenas 10 milímetros y un peso mucho mayor con aproximadamente 400 gramos o a veces un poco más. El punto de inflexión sucedió en la década de los ‘80 en donde se pasa a construirlas con goma reduciendo su peso. Este cambio produjo que se volvieran más agiles, aerodinámicas y manejables. Otro cambio fundamental fue la incorporación de la goma Eva que las hizo más suave al tacto. El grosor también se vio afectado y fue aumentado de los 10 mm hasta llegar a los 38mm.

En la actualidad se utilizan materiales que de alguna manera favorecen a la resistencia de las raquetas, entre los más utilizados podemos mencionar el carbono y la fibra de vidrio. El principal avance que se consiguió con estos materiales es que las raquetas sean más livianas.